Hay una historia que no deja de dar vueltas en mi cabeza.
La descubrí un día por casualidad, mientras veía uno de mis canales favoritos de YouTube: Kurzgesagt. Seguro has escuchado hablar de ellos; si no, te invito a ver sus videos. Tienen un poco de todo: ciencia, psicología, actualidad, estadística y filosofía. Son un estudio alemán que produce videos muy elaborados, llenos de color, sencillez y método científico. Me encantan. Aunque ya no los veo tanto como antes (adultez...), muchos de ellos plantaron una semilla en mí.
Una semilla que se ha convertido en planta y ha crecido con los años.
Te dejo algunos de mis favoritos más abajo.
Sin embargo, el que más me marcó es The Egg (El Huevo), un cuento corto de Andy Weir. Sí, el mismo autor de The Martian, la novela de ciencia ficción que luego fue adaptada en una película protagonizada por Matt Damon.
Era 2009, y luego de varios años escribiendo ciencia ficción en su blog Galactanet.com, Andy decidió escribir este relato breve. Quizás fue una inspiración divina, un chispaso de genialidad o tal vez surgió tras escuchar las ideas de otros. En un foro de Reddit, un autor llamado Chiyote cuenta que sostuvo una conversación con Andy sobre una idea que venía trabajando desde 2003. Incluso escribió sobre ella en su blog de MySpace:
"He estado trabajando desde 2003 en una propuesta que utiliza únicamente la física para juntar las piezas de nuestro aspecto espiritual, de una manera que puede probar y demostrar verdades espirituales sin depender de literatura ni afirmaciones infalsables. La filosofía se basa en gran parte en el panteísmo, la idea de que el universo mismo es Dios, específicamente la energía".
Vale la pena leer también esa publicación.
Queda a tu criterio decidir si el cuento de Andy fue una inspiración o una copia de ese escrito. Personalmente, creo que fue lo primero, pero sin duda están relacionados. Andy nunca ha desmentido esta teoría.
Te dejo aquí el enlace para leer el cuento de Andy.
(Advertencia: vienen spoilers, este es tu último aviso para leerlo antes de seguir)
Bueno, vamos a la yema del asunto.
El Huevo es una historia llena de filosofía, con un toque de nihilismo suave. Narra cómo un hombre, tras morir en un accidente, es recibido por una entidad benevolente. Esta entidad le explica lo que ocurrió y responde a sus inquietudes, mientras lo guía hacia un entendimiento más profundo de su existencia. Juntos recorren los confines del universo para que el hombre comprenda —o recuerde— su verdadera naturaleza.
Aquí es donde la historia me toca más profundamente: nos presenta una idea que me intriga y asombra —“somos todos y todo”— y que el universo está dispuesto como un huevo, incubadoras en todas las formas posibles. Nosotros, con nuestros cuerpos humanos y mortales, incluidos.
Recuerdo haber visto esa parte del video cuando era adolecente y cómo mi corazón dio un salto de emoción. Fue como una confirmación de una intuición que ya se estaba formando en mí. La historia llenó huecos en mi mente y me mostró una belleza inconmensurable.
Esta enseñanza resuena con otros conceptos que me inspiran. Uno de ellos es el Purnam Mantra:
Purnamadah Purnamidam
Purnat Purnam udachyate
Purnasya Purnam adaya
Purnameva Vashishyate
Su traducción es:
“El universo es infinito; este universo es infinito. De ese universo, este universo ha venido. Incluso si restamos este universo a ese universo, seguirá siendo infinito.”
Es bellísimo.
Me conmueve aún más al escucharlo en la voz de Manuela Mejía, una cantante colombiana que da vida a cantos que parecen venir de otras dimensiones, como un íkaro. Canciones nacidas en las comunidades indígenas de Suramérica, pensadas para conectar con la intuición y con las plantas sagradas. Su voz es luminosa, y toca fibras muy profundas en mí. Dejo el enlace más abajo, por si algún día quieres cerrar los ojos y dejarte llevar por estas frecuencias de memoria estelar.
La idea de que somos todos y todo es un Mosukito que no se va de mi cabeza. Ha estado tanto tiempo ahí que decidí hacerle una casa, porque me parece bella y necesaria.
Desde que aplico la intención de entender al otro como una parte de mí, mi vida se ha vuelto más cómoda y menos tensa. Ha nacido una compasión que desborda mi corazón al pensar que los otros, con todas sus luces y sombras, son contenedores del universo experimentándose. Incluso los más crueles entre nosotros podrían ser experimentos para comprender esa esencia. Verlos así me ha ayudado también a lidiar con la envidia: me muestra que hay muchas formas de vivir, y aunque no puedo experimentarlas todas en esta vida, sí puedo hacerlo en la infinitud del universo.
Yo soy todo y ninguno. Yo soy lo que soy.
Y eso me parece tan bonito… Me ayuda a abrazar con fuerza la vida que me fue dada. A experimentarla hasta donde me sea posible. Y a apreciar el gran ciclo del que hago parte. Porque hoy soy un ser humano, con características únicas, y eso hace que mi experiencia también lo sea. Como la de cada uno de ustedes. Todos aportamos algo al gran baile que es la evolución de la conciencia.

Aquí la canción de Manuela.
Gracias por leer Mosukito
Cuéntame que te pareció el cuento, la canción o cualquier pensamiento que haya surgido luego de esta publicación.
Te leo 🪰
Amo Kurzgesagt y creo que no había visto el del huevo. Me voy a abrir Youtube ahora mismo y probablemente entre en un loop de Kurzgesagt del que me cueste salir. Pero como decís, sus videos disparan reflexiones y conversaciones impensadas y profundas.