Nuestra mente salta de situación en situación, tratando de adivinar lo que seguirá. El siguiente paso. En algunas personas, la cantidad de información es tan abrumadora que su mente pasa más tiempo observando hacia el futuro que habitando el presente. Yo misma era esa persona todo el tiempo hasta hace no muchos años.
¿Qué voy a comer mañana? ¿Cómo se moverá la política del país? ¿A dónde irá el dólar? ¿Dónde debo ir luego? ¿Qué será de la guerra? Nuestra mente se preocupa e intenta predecir los posibles efectos.
Para algunos de nosotros, preocuparnos parece lo más natural ¿Pero vale la pena preocuparnos? Esas cosas que estan tan lejos de nosotros, que no nos impactan directamente, ni siquiera ocurren en la misma ciudad o pueblo donde habitamos o esos fenomenos que son tan complejos que su comprension se escapa de nuestra mente. Preocuparnos es más complejo de lo que pensamos: varios factores están relacionados. Creo que algunos de ellos son la sociedad en la que vivimos, la ilusión del control y lo que me gusta llamar la intolerancia a la incertidumbre.
He visto como la sociedad premia que estemos preparados para lo que pueda ocurrir. Valoramos la anticipación. Alimentamos esta necesidad de controlar lo que vendrá. Vivimos rodeados de mensajes que exaltan la planificación, la productividad y la previsión como virtudes casi absolutas. Desde jóvenes nos enseñan que tener un "plan de vida" es fundamental. Muchas empresas incluso se han construido sobre esta idea, ofreciendo planes para la carrera universitaria, el matrimonio o incluso la muerte. Como si la vida respondiera siempre a nuestras proyecciones o deseos. Miles de clases como hacer "Vision boards" o "Manejar tu dinero para el retiro" o "Morir dignamente". Cuando la realidad es que ninguno de nosotros sabe lo que pasará en las proximas horas. Ni en el instante segundo. Un poco relacionado con el Mosukito de hace unas semanas.
Respira, cuerpo, aún seguimos aquí
Nadie sabe hasta dónde se extenderá el hilo de su vida.
Aquí aparece la ilusión del control. Nos aferramos a la idea de que, si anticipamos lo suficiente, podremos evitar el dolor, el fracaso o la incertidumbre. Pero esta ilusión tiene un precio: el desgaste mental. Intentar controlar lo incontrolable —el futuro— es una fuente constante de frustración. Nos compramos la idea de que, con anticipación, tendremos dominio sobre lo que ocurrirá. Una idea que, para algunos, se vuelve un pilar de sus vidas. Pero los factores que afectan cada decisión y evento en el mundo, son tantos que es imposible controlarlos todos. Por eso, es tan dificil realizar simulaciones identicas a la naturaleza. Olvidamos lo pequeña que es nuestra existencia y la baja capacidad de control sobre todo lo que nos rodea. Ni siquiera los más millonarios —aquellos que tal vez tienen acceso a más herramientas mediante el dinero — serían capaces de controlar muchas de las variables que cambian nuestro destino cada día. No creo que Jeff Bezos supiera que iba a ser expulsado del centro de Venecia, luego de pagar millones de dolares por alquilarla. Más sobre esta noticia aquí
En 1975, la psicóloga Ellen Langer realizaba experimentos en Harvard. Su propósito era demostrar que existe un sesgo en nuestra mente con respecto a cómo predecimos los resultados. Este es un sesgo cognitivo en el que los individuos creen tener una mayor influencia sobre los eventos de lo que realmente tienen. Esta percepción suele generar una sobreconfianza en los resultados posibles, especialmente en situaciones dominadas por el azar.
Ella identificó cuatro factores determinantes en esta ilusión de control: la elección, el compromiso, la competencia y la familiaridad con el tema.
En sus estudios demostro que las personas tienen a sentir gratificadas con el resultado si tenían una alta familiaridad, competencia, o fuerte compromiso con la producción o elección del mismo. Sin embargo, en todos los casos los resultados que se les presentaban eran totalmente aleatorios. Se quería evaluar la percepción de las personas.
¿Por que nos gusta pensar que tenemos control sobre lo que nos toca? ¿Nos da seguridad en un mundo extraño?
Para muchos, convivir con la incertidumbre no solo es incómodo: es intolerable. La base de este mecanismo piscologico esta basado en como evolucionamos hace más de 20.000 años. Cuando debiamos predecir como movernos, cazar, guardar nuestra comida, pues era de vida o muerte el enfrentarnos a esta incertidumbre. Nuestras preocupaciones, nos afectaban de manera local a cada uno de nosotros. Sin embargo, ahora con las redes sociales y la facilidad con la que se mueven las noticias, podemos preocuparnos por cada evento que ocurre en la tierra. También es cierto, que muchos de los problemas ahora tienen escalas globales y que un pequeño movimiento puede afectarnos a todos. Un solo evento puede tener escalas globales ahora.
Sin embargo, esta intolerancia no es simplemente una molestia; puede convertirse en una trampa. La mente busca certezas desesperadamente, saltando de pensamiento en pensamiento como si fueran piedras en un río revuelto, intentando no ahogarse.
Pero, ¿deberíamos realmente temer a la incertidumbre? ¿Que tal si miraramos el otro lado de su moneda? En vez de incertidumbre, llamarla posibilidad.
Recuerdo sentir una gran ansiedad cuando estaba en el colegio y escuchaba a algunos compañeros decir que no tenían un plan de vida. Mi yo controladora, disciplinada y sumergida,en la ilusión del control, pensaba que eran irresponsables. Mis padres hicieron un gran trabajo cultivando estas habilidades en mi. Se las agradezco, pero también se que pueden ser armas de doble filo.
Ahora los recuerdo con admiración y pienso en lo ilusa que era. Aunque tenía un plan, hoy entiendo que eso no me hacía mejor ni superior. Tal vez me daba una dirección para enfocar mis esfuerzos, pero también me acercaba más a la frustración por encerrarme en la rigidez de mis propios propósitos.
¿Qué pasaría si empezáramos a mirar el presente con más compasión?¿Si entrenáramos a la mente no para controlar el futuro, sino para sostener con calma lo que está sucediendo ahora?
Uno de los libros más valiosos que llegó a mi vida el último año fue El poder del ahora, de Eckhart Tolle. Lo escuche mediante un audiolibro, durante varias noches que no podía dormir. Pueden encontrarlo en Audible con la prueba gratis si les interesa.
En él, se describe con numerosos ejemplos por qué deberíamos concentrar la mayoría de nuestros esfuerzos en estar presentes, observando lo que tenemos frente a nosotros —incluso en situaciones dolorosas, de enfermedad o mortales—.Llega a la conclusión de que el pasado y el futuro son solo ilusiones, y que debemos entrenar a nuestra mente para acompañarnos en lo que habitamos en cada instante.
Aunque no concuerdo con todo lo que plantea el libro (luego quisiera hablar de esto), sí me sirvió como una extensión para comprender cómo sobrellevar momentos difíciles y cómo enfocar la mente en el instante que respiro. Me ayudó a entender mejor las reacciones de mi cuerpo y mis pensamientos, además de enseñarme a encontrar fragmentos valiosos de vida en cada instante.
“El ahora es el único punto que puede llevarte más allá de los límites del pensamiento.”
— Eckhart Tolle
Luego de reflexionar, pude reconocer que lo único que realmente puedo controlar son mis decisiones y lo que hago con el tiempo que tengo, incluso cuando soy obligada a participar en eventos, lugares, responsabilidades. Siempre puedo elegir donde esta mi mente y en que enfoco mis esfuerzos.
Incluso cuando miles de flechas parecen apuntar a un solo camino, por más difícil que sea, siempre tendré un pequeño margen de oportunidad para escoger algo diferente... si mi fuerza de decisión es mayor que la inercia que se me impone.

Una persona sabia me regaló una frase de El Señor de los Anillos que creo que encaja perfectamente con el final de esta reflexión:
"No podemos elegir los tiempos que nos toca vivir, lo único que podemos hacer es decidir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado."
— Gandalf
Gracias por leer Mosukito y espero te ayude a soltar tu control también.
Algunas preguntas me surgen ahora
-¿Que otros factores crees que influyen en nuestra necesidad de control?
-¿Te sientes una persona menos controladora ahora o más?¿Que has hecho para cambiar?
Nos seguimos leyendo queridos 🪰
Hola Luisa, gracias por tan increíble reflexión con buenas referencias 🫶 un gusto leerte. Creo que el control nos da una falsa idea de todo depende de nosotros y como dices: nos venden la idea desde niños y creemos que tener un plan nos hace superiores, la estafa del siglo 😂las cosas cambian tan rápido que las estrategias de generaciones anteriores ya no funcionan, y cada vez eso pasa más rápido. Reflexionar sobre todo esto me lleva a pensar en las ideas del éxito y a donde queremos llegar como finalidad en la vida, las metas que queremos alcanzar. Y es absurdo y un tanto gracioso porque alcanzas una meta que tardaste en conseguir y lograr y casi de inmediato pasamos a buscar otra meta, la recompensa llámese un título, viaje, casa, fiesta pierde el sabor rápidamente y vamos en busca de lo que sigue. En fin, da para otra reflexión y conversación sin fin. Un abrazo 🤗 espero te encuentres muy bien.
Intolerancia a la incertidumbre. Importante concepto. Sabiendo que buena parte del control es aparente, en esta broma cósmica que es la vida… ser conscientes de ello da mucha paz.
—¿Pero tú no lees el futuro para controlarlo?
—No, reflexiono sobres las posibilidades. Vale, y a veces acierto. 🙃